Objetivo: BIM. Pero…¿por donde empezar?

Parece que fue ayer cuando… empecé con esto del BIM.

Si. Es verdad. Suena a abuela cebolletas pero es que parece que fue ayer, porque, pase el tiempo que pase, todos los días se aprende algo nuevo, y esto, amigo novato del BIM, es por lo primero que tienes que empezar, interioriza que vas a entrar en un proceso de aprendizaje continuo.

Y ahora  mismo estarás pensando: “Vaya rollo el de esta tía, ya empezamos… ¡Pero si no tengo tiempo ni de rascarme!“ Te entiendo, no sabes cuánto, por eso mismo, “Keep calm and read this post”.

Partimos de la base de que en este punto sabes lo que es BIM y lo que no es BIM, por lo tanto ya tendrás claro que BIM no es un software, ni siquiera un conjunto de ellos, y que explicado de una manera rápida y muy muy abreviada, es un método de trabajo para gestionar información de un proyecto.

Pero, no podemos negar que es necesario saber usar distintos programas para emplear la metodología, así que un buen punto por el que empezar es familiarizarse con ellos.

Dependiendo de tu perfil profesional, y me refiero a tu puesto de trabajo concreto o al que aspiras, no tanto a tu formación académica, necesitarás lidiar con unos softwares u otros. Por eso te hacemos la siguiente recomendación, no es necesario que sepas utilizar todos los programas que hay en el mercado, ni todos los iconos de cada uno de ellos. Selecciona aquellos que te vayan a aportar y aprende de cada uno de ellos lo que realmente necesites, todo lo que aprendas que después no vayas a utilizar en tu día a día va a caer en el fondo más profundo del saco de olvido, así que ¡no pierdas el tiempo!.

Y con todo esto, ¿con qué programa empiezo?

Como la metodología se basa en la creación de un modelo de información, empieza por los programas de modelado. Y vuelvo a repetirte, no hace falta que aprendas a usarlos todos, ni los trescientos cincuenta iconos de cada uno, con sus menús contextuales que se abren cual muñeca rusa. Selecciona uno, y plantéate la formación desde la perspectiva de buscar soluciones reales para problemas diarios. Así se integra mejor el aprendizaje, le verás las ventajas a los programas aplicadas en tu día a día y no caerás en la tentación desesperada de volver al CAD (sí, todos hemos pasado por ese momento alguna vez). Así poco a poco se le pierde el miedo a no saber dónde tocar y a no tener idea de qué hacer.

Empezar a usar los programas de modelado además de familiarizarte con los entornos de trabajo, te hace superar otra de las barreras que nos encontramos cuando empezamos: la nomenclatura BIM. Palabros que son antiguos pero que tienen una acepción nueva: niveles de desarrollo, familias, códigos de montaje,… palabras que agregamos a nuestro diccionario BIM y que van ampliándose.

Una vez que empieces irás buscando soluciones a nuevos problemas, eso te acercará cada vez más a la metodología BIM: estándares, definición de flujos de trabajo, procesos, objetivos BIM, plan de ejecución BIM, calidad del modelo,… , ¿recuerdas lo del aprendizaje continuo?, a esto me refería, ¿qué mejor forma de aprender que haciendo?

Tampoco te quiero engañar, al principio cuesta, ten en cuenta que trabajar con BIM conlleva cambiar tu manera de trabajar, y eso… nos cuesta a todos. El cambio al trabajo en BIM no se consigue en dos días ni con un único proyecto/obra, pero cuando sufras en tus propias carnes las ventajas de gestionar los proyectos en BIM no habrá vuelta atrás, no te importará haber realizado el esfuerzo porque ya te habrás subido al tren del BIM.

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